Dorita ya no jugará más al guiñote, ni a las birllas, ni bailará la chinchana, ni nos invitará a longaniza. Ya hace unos días que se adentró en el silencio, después de haber pasado por semanas de hablar hablar y hablar, sin que nadie consiguiéramos entender qué nos contaba. Alguna palabra nos daba una pista "papá", "mamá""Vitoria", "Daniel" que nos daba a entender que estaba en su mundo, rodeada de otros seres y que a nosotros ya no nos veía, ni nos escuchaba. Hoy se ha ido con ellos, y a nosotros solo nos queda añorarla.
↧